En la vida hay muchas situaciones que nos llevan a sufrir mucho. ¿Verdad? Las parejas nos abandonan, nuestros hijos se ponen enfermos, sufrimos por lo que nos dicen, por lo que no nos dicen, por lo que nos hacen y por lo que no nos hacen.. Es complicado. De alguna u otra manera parece que siempre estemos sufriendo y que ser feliz es para las personas que son ricas, su pareja les ama y sus hijos son fantásticos. Si ves a alguien así, por favor, preséntamelo .. 😀
Es difícil que aun teniendo lo que se supone que hay que tener para ser feliz, uno lo sea.
¿Por qué es así? te preguntarás.
Bueno, teniendo en cuenta la educación que tenemos de niño, no me parece algo extraño. Nuestra educación se basa en tener, poseer cosas: mejores zapatillas, móvil, ordenador. Y no nos centramos en el Ser, ni en la educación de la gestión de las emociones. De ahí que nos invada mucha frustración por no poseer el último modelo de iPhone o de Samsung, o el coche que siempre he querido o un casa más grande. También estamos acostumbrados a las películas infantiles de Disney, donde nos enseñan princesas y príncipes de ensueño, pero nadie nos enseña a ser tolerante con la pareja o a gestionar nuestras emociones con ella. Una vez que el príncipe y la princesa se casan, fueron felices y comieron perdices, ¿Qué pasa después? ¿Quién lava los platos? ¿Quién hace la colada? ¿Quién compra? Nos muestran un ideal que en la vida real no se cumple. Por otra parte, nuestra idea de sexo está basada también en lo que se ve en las películas o en las pornos. De esta forma, creen nuestros jóvenes que lo importante es llegar en dos minutos sin tener en cuenta que el sexo es mucho más que solo un orgasmo. ¿Cuántas veces te has sentido vací@ después de un encuentro sexual? Da igual, no me lo cuentes.. Lo sé.
Y así seguiría y seguiría, poniendo ejemplos de lo que va sucediendo durante nuestra infancia y que nosotros siendo niños, aceptamos como verdad.
La respuesta a la pregunta es SI, puede ser una opción. Para entenderlo así, primero hay que hacer la difícil tarea de mirarse a uno mismo. No es culpa de las circunstancias que tú seas infeliz, sino más bien, de las creencias que guardas en el subconsciente. Si fuiste una niña que le encantaban las princesas y te tragabas todas las pelis de Disney sobre princesas, probablemente hayas idealizado mucho a tus parejas, llevándote muchos chascos.
Como ves, la causa del sufrimiento empieza en uno mismo. En las creencias, que como piedras, cargamos en una mochila. Esta mochila nos acompañará ya el resto de nuestras vidas, impidiéndonos acceder a otros futuros posibles, otras circunstancias, que nos produzcan satisfacción y alegría.
Sé que cuesta imaginárselo y creérselo . Pero yo también he estado ahí, escéptica . Leyendo a otras personas que ya habían recorrido el camino y ahora enseñaban a otras personas a hacerlo. Mi Leitmotiv desde hace un tiempo es contribuir al bienestar emocional de las personas. Es lo que más disfruto. Eso me produce satisfacción en el trabajo, me hace sentirme valorada y me siento mejor como madre.. Todo va unido. Así que os puedo asegurar que el sufrimiento es una opción… El dolor está claro que no, pero sí, el sufrimiento. En el momento en que estás sufriendo, hazte preguntas. ¿Cómo fue mi infancia con respecto a este tema? Indaga las creencias que pueden estar detrás de ese conflicto.. Estoy segura que puedes encontrar un porqué.. y darte cuenta de que si, como te digo, cambias las creencias que apoyan ese conflicto, podrás ser capaz de cambiar tus circunstancias.
Para terminar, me gustaría añadir que aunque el sufrimiento es una opción es necesario en nuestras vidas. Alá Cristina, ¡Cómo te pasas! Podéis estar pensando.. pero así es como yo opino. Solo cuando ya se ha sufrido bastante, uno está preparado para el cambio. ¿No habéis oido nunca de esas personas que de repente se curan de una enfermedad incurable? ¿Os suena Anita Moorjani? Os recomiendo su libro. ¿O de alguien que estaba en bancarrota y después de unos años es rico? Por ejemplo Shakira. Ejemplos hay por doquier. Esas personas aprovecharon el sufrimiento para dar un giro en su vida y convertirla en todo lo contrario.
Me gustaría que pensaras en todo ello. Con este post solo quiero que te hagas preguntas, que cuestiones el status quo que conoces. No te creas nada de lo que he escrito, lo mejor que puedes hacer es ser escéptico y comprobar si lo que te digo es verdad.
Con gratitud,
Cristina
Jeff Foster – La divina Desilusión
A través del sufrimiento, todo lo que conocemos, todo lo que hemos creído, todo lo que nos dijeron acerca de nosotros y el mundo, es puesto en duda. Surge una divina desilusión.
¡Aleluya!
Porque la duda, el dolor, la tristeza, la confusión, no son otra cosa que un PORTAL hacia aquello que es indudable: tu desnuda PRESENCIA, aquí y ahora. Y entonces, surge la primera pregunta:
¿Quién soy?